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Aviones de Combate, de Guerra y Militares

Aviones de Reconocimiento Militar

Al desatarse la I Guerra Mundial, en 1914, la fuerza aérea de los países involucrados en el conflicto, a saber: Alemania, Japón, Reino Unido, Francia e incluso EEUU, era incipiente, es decir, apenas daban sus primeros pasos en esta materia. La fabricación de aviones de reconocimiento militar, en comparación con los actuales, eran rudimentarios, estaban fabricados en madera, lona y alambre, con una velocidad que no sobrepasaba los 100 km/h.

En esa época todos coincidieron en utilizar sus aviones de patrulla para el reconocimiento militar, específicamente para el estudio del terreno, la ubicación de las trincheras del enemigo, ubicación de artillería y avance de tropas.

Las aeronaves rudimentarias, sin mayores adelantos de ingeniería o tecnología, usualmente soportaban dos pasajeros, biplanos que trasladaban al piloto y a otro militar, encargado de establecer las posiciones del enemigo y tomar las fotografías de estas posiciones, lo cual debían hacer de día pues en esa época las cámaras no poseían flashes y los aparatosos bombillos podrían descubrir su posición ante el enemigo.

Debemos recordar que al principio de la Gran Guerra, la invención del avión sólo tenía 10 años, prácticamente un bebé que comenzaba a caminar, pero su rol fue fundamental en el transcurso de los cuatro años que duró este conflicto.

La labor de reconocimiento militar de los aviones, fue de gran ayuda para el contendor que poseía las aeronaves y de esta manera podía enviar avanzadas, pues al identificar más rápido y eficientemente los puntos de ataque, neutralizaban al enemigo con mejores resultados y menos bajas en el frente.

Fue una guerra de trincheras, los que tenían mayor peso en la avanzada y recuperación de terreno, eran las tropas que se encontraban en el frente.

La ayuda de los aviones de reconocimiento militar, fue imprescindible para lograr victorias en los territorios ocupados por los alemanes, así como para el avance de las tropas aliadas.

Con el transcurso del conflicto estos primitivos aviones, fueron modificados en una carrera armamentista despiadada entre franceses, británicos, alemanes y japoneses incluso norteamericanos.

Era imprescindible dominar el cielo con el mejor armamento, por ello los aviones fueron alcanzando velocidad, altura y mejor blindaje, porque al ser de madera con sólo unas cuantas balas podían ser derribados con facilidad. Se convirtió en una misión de guerra prioritaria dominar posiciones elevadas otorgándole una ventaja crucial, táctica y estratégica para los ataques a quien la tuviera

Hasta ese momento las guerras se peleaban en el mar y la tierra, y la diferencia con la I Guerra Mundial es que ésta se convirtió en otro escenario de batalla, de duelo de pilotos famosos, que dejaron su hito en la historia, por el gran número de aeronaves derribadas.

Los mejores aviones de reconocimiento aéreo actuales

 

Aviones de patrulla militares de la I Guerra Mundial

Para poder entender a cabalidad el dominio de los cielos en la I Guerra Mundial, conozcamos cómo se inició la aviación. Antes de 1914, se habían presentado ciertos conflictos no tan extensos y mortales como la Gran Guerra.

Pero en esa época ya las fuerzas militares añoraban dominar los vuelos, poder divisar desde arriba la posición del oponente y el movimiento de los batallones.

Para el siglo XVIII se crearon los globos aerostáticos, más específicamente los franceses, en la batalla de Fleurus, usaron un globo para determinar los movimientos de los austriacos. Esta iniciativa fue copiada por otros países, incluso para la ejecución de mapas  y localización de la artillería.

Los principios de este artefacto volador tuvo inconvenientes, como la fuerza del aire y su vulnerabilidad frente a los elementos.

Para el siglo XIX se lograron avances como los motores de combustión interna, de allí surgen los zepellin específicamente en Alemania, quien pensó tenía en sus manos un arma de alto alcance bélico, hasta que los norteamericanos hermanos Wright construyeron ( 1904) un aeroplano que superó un año de pruebas y fue vendido al ejército de EEUU, iniciándose el uso del avión en tareas de reconocimiento militar.

Al principio el avión fue un objeto auxiliar, realizando labores de observación, recabando información y marcando objetivos. Pero para la batalla de Marne se pudo comprobar su labor bélica, al descubrir con un avión de reconocimiento, las líneas alemana, ventaja que permitió a los aliados impedir el avance de los alemanes.

Asimismo los alemanes utilizaron la técnica de reconocimiento militar, en la Batalla de Tannenberg para repeler un ataque ruso.

Esta ventaja tenía que ser truncada de parte y parte, por lo que al reconocer lo valioso del reconocimiento militar se trataba que el avión enemigo no pudiera visualizar las posiciones.

Es allí cuando surgen los llamados duelos en el aire para derribar las aeronaves enemigas.

Fueron combates muy precarios pues en ese entonces, los aviones no contaban con armamento, es así que los pilotos intentaban ver retroceder al enemigo con pistolas, e incluso piedras hasta lograr incorporar las conocidas metralletas en el fuselaje del avión.

Aviones de reconocimiento militar de la II Guerra Mundial

Cuando inicia la II Guerra Mundial ya no se dependía tanto de los aviones de reconocimiento militar más bien se comisionaba a personal de tropa, para efectuar estas misiones.

Para 1939, se empleaban los aviones cazas para misiones de alto riesgo, ya que la ingienería – aprendiendo de sus errores del anterior conflicto – decide incorporar en el fuselaje cámaras automáticas de reconocimiento que podían tomar fotos muy claras de objetivos claves.

Uno de los primeros aviones experimentales  para estas labores fue el P-51 Mustang, cumpliendo eficientemente esta misión.

También debemos destacar el FIeseler FI 156 Storch (Alemania) considerada una de las aeronaves más eficaz en cuanto a reconocimiento y multifunción de la Alemania nazi.

Este monomotor fue el orgullo de la fuerza alemana al efectuar misiones de reconocimiento, enlace, ambulancia, transporte y evacuador de tropas.

Igualmente el Northrop F-15 de la aviación norteamericana, el ANF Les Mereaux 113 francés, el Short/Singapore, Bristol Fairchild del Reino Unido o el Mitsubishi Ki-57, el Mitsubishi F1M de Japón.

Todos dotados con la más avanzada tecnología de la época y que sin duda mostraron la gran capacidad bélica en materia aérea que alcanzaron estas naciones después de la I Guerra Mundial.